Los anuncios del ministro Caputo muestran la decisión brutal y evidente de hacerle pagar a los sectores populares los costos de la crisis. Se trata de un programa de ajuste ortodoxo de una magnitud excepcional, ferozmente recesivo y brutalmente regresivo.

Los anuncios del ministro Caputo muestran la decisión brutal de hacerle pagar a los sectores populares el precio del ajuste que reclama el FMI y los poderosos operadores económicos locales. En efecto, se trata de un paquete de medidas recesivo y regresivo.

una brutal devaluación que aumenta incrementa el tipo de cambio en un 100%, sumada a la quita de subsidios y el levantamiento de todo tipo de control de precios provocará una escalada inflacionaria con el único anclaje de la recesión provocada por el vaciamiento de los bolsillos de las familias argentinas. De esto resultará una transferencia fenomenal de riqueza de la enorme mayoría del pueblo a los oligopolios, los agroexportadores y el sector financiero.

Ahora descubrimos que la casta eran los jubilados, los empleados públicos, los trabajadores, en definitiva, el pueblo argentino. Estas medidas más la suspensión de la obra pública van a significar decenas de miles de despidos no solo en el sector público sino también en el privado por la caída estrepitosa del consumo y la actividad.

Esto generará un brutal hundimiento de los ingresos de toda la población que, sumado a una fuertísima retracción del gasto público que incluye desde recortes salariales, despidos, cierres de programas y congelamiento de salarios y programas sociales redundará en una fenomenal espiral recesiva que afectará a toda la actividad económica generando desocupación y más pobreza.

Es evidente que con este rumbo la luz al final del camino es una frase de ocasión para tratar de esperanzar a las víctimas de lo único que saben hacer bien, cortar siempre el hilo por lo más delgado.

Hugo Yasky, Diputado Nacional y Secretario General de la CTA-T

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